sábado, 24 de marzo de 2012

Día de la Mujer

El pasado jueves 8 de marzo, para conmemorar el día Internacional de la Mujer, en colaboración con PAM Music y el Albergue Inturjoven de la Música






se celebró en esas instalaciones un entretenido espectáculo, que consistió, en primer lugar en un divertido monólogo teatral, interpretado por Olga López de Lerma, dirigido por Celeste Tomillo y producido por Ilirondo Teatro.


A continuación disfrutamos de "Músicas de mujer" con sentidas interpretaciones en la voz de Marta Payo,


Irene Narváez


y Ana BuenaSombra, coordinadora cultural de PAM Music.


Emotivo homenaje a la mujer, a cargo de mujeres.

domingo, 4 de marzo de 2012

La Educación Pública

El pasado viernes 2, asistimos en el Albergue de la Música, a la conferencia y posterior debate que, sobre la educación pública, nos ofreció Don Eustaquio Romero.


Luego de una pequeña introducción por parte de nuestro secretario, Antonio Ruiz,


 este apreciado maestro de distintas escuelas en Torremolinos, nos transmitió sus ideas sobre la importancia de la escuela pública y la necesidad de su existencia.


A continuación, se produjo un intercambio de opiniones entre algunos de los asistentes y el maestro, en tono distendido.


Con un sentido aplauso, despedimos a don Eustaquio, a quien agradecemos sinceramente su amabilidad por permitirnos disfrutar de sus conocimientos, adquiridos a través de muchos años en la enseñanza.

Breve resumen en vídeo de la conferencia



Artículo publicado por Eustaquio Romero el 4 de marzo de 2012


ESCUELA PÚBLICA

La escuela es elemento clave en la sociedad moderna. Es hoy tan compleja la relación humana, que se hace necesaria una preparación especial y en esto radica la superioridad del hombre sobre su entorno. Pero al mismo tiempo en la escuela se desarrolla la socialización. Todo el proceso recibe un primer “horneado” en familia como entorno natural, pero que requiere continuarse y asegurarse en el aula donde el niño descubre lo plural. Así, él se beneficiará por derecho natural del común en cuanto gregario y el grupo se enriquece de su aportación como individuo. Puede decirse que los seres animados desde hace al menos mil millones de años se esfuerzan por conseguir mayores niveles de individuación.
Con Stierlin y otros (1980), queda fijado que el principio de individuación es un principio general que exige y hace posible en la sociedad un mayor nivel de relacionalidad. Esta transformación, por razones obvias, solamente puede garantizarse en el seno de la escuela pública y solamente ella tiene derecho natural a hacerlo. Otra cosa es la educación en creencias a la que puede tender la familia siempre que antes quede garantizada esta primera coindividuación que asegure el equilibrio personal y la convivencia que parece derecho primario de la sociedad humana. Impedir este proceso espontáneo empobrece al común y se crea injusticia que rompe la armonía de grupo. Únicamente es aceptable la divergencia cuando ha surgido del devenir espontáneo de la actividad humana y en él se conserva. La individuación dirigida es una contradicción.
El niño nace con derechos, se admite desde la modernidad, y uno de ellos es a la educación que le haga partir en igualdad de condiciones sin importar la cuna ni su situación familiar. Algunos juegan con ventajas y proceden con sucia intención al disfrazar élite bajo la capa de las creencias. Colegios de pago quedan libres de las capas sociales más bajas que son acumuladas en la escuela pública y se desgarra así el tejido social. Es una injusticia flagrante que la sociedad está obligada a vigilar y combatir con todas sus fuerzas. La calidad de una sociedad queda medida por la elegancia de su educación, que de ninguna manera puede ser engendradora de clases sino estimuladora de la diversidad de la individuación para llegar a la igualdad de oportunidades. Esto es educar en justicia y libertad.
Pagamos las consecuencias cuando entorpecemos este proceso y a la larga puede desembocarse en conflictos que no tenemos demasiado lejanos. De esta forma vemos que casi el único factor de paz y de justicia es la escuela y el maestro, que lleva en sus manos el equilibrio justo del sistema de donde nace la armonía social. Cuidemos la selección en virtud de valores humanos de nuestro profesorado y no hagamos un peón de la obra social, que tarde o temprano se paga. Por tradición su prestigio y credibilidad ha estado vulnerada de mil maneras por aquellos que buscan un pueblo pobre debilitado y alejado de la libertad. ¿Para qué queremos acumular poder si esto nos impedirá gozar de la vida que nace cada día? La educación no pertenece a nadie sino al pueblo. Ninguna ideología puede imponerla, solamente una evolución natural garantizada por el sentido de lo espontáneo. Existe una educación de izquierdas y otra de derechas, me decía alguien, y se hace necesaria la matización. No es verdad, tal como no lo es la maternidad de izquierdas o de derechas. Y el orden social se obliga a protegerla de la malicia humana. Apartemos del sistema al que educa en ideas, el que adoctrina. En el semillero escolar eclosionan individuos, libres para elegir la vida. Abiertos a lo plural. La civilización.

Eustaquio Romero Almodóvar